El tratamiento para la pérdida de deseo sexual posterior a la menopausia ha dado un giro importante. Según ha explicado Francisco Quereda, del Hospital San Juan de Alicante, en un simposio satélite sobre los parches transdérmicos de testosterona patrocinado por Procter & Gamble, se presuponía que los andrógenos tenían efectos beneficiosos en el tratamiento del deseo sexual en las mujeres menopáusicas, pero también se presuponían su efectos adversos, como el hirsutismo, acné, cambios en la voz, alopecia y aumento de peso. Estas suposiciones están siendo justificadas con ensayos en fase II y III, donde se demuestra la eficacia y seguridad de los parches transdérmicos para el TDSH.
Ensayos en fase II A y B han demostrado que los aspectos que forman parte del TDSH y que más dependen de la terapia con andrógenos son los que con más claridad mejoran al añadir testosterona. "Las variables relacionadas con el estado de ánimo sufrieron una mejora significativa a favor del empleo de 300 microgramos de testosterona al día". Además, los efectos secundarios apenas se distinguían del periodo de tratamiento con placebo.
De los ensayos en fase III se ha publicado que el porcentaje de pacientes con efectos adversos es similar al del grupo placebo y que los abandonos son comparables. Los efectos secundarios más frecuentes, también parecidos, son reacciones locales al parche, infecciones respiratorias de vías altas y cefaleas. También hay referencias que indican que estos efectos adversos, en la medida en que se presentaron, fueron leves y reversibles.
Menopausia quirúrgica
Estamos ante un tratamiento para reponer los niveles de andrógenos de mujeres con déficit y que además tienen síntomas. Se sabe con seguridad que las mujeres que presentan niveles más bajos de andrógenos tienen menopausia quirúrgica, por ello los ensayos de momento se han centrado en este grupo. Sin embargo, y según Quereda, es más que probable que existan muchas más mujeres que pueden beneficiarse de los efectos de la testosterona en parches transdérmicos, "el problema es que son más difíciles de identificar porque no dependen de un valor analítico".
El parche transdérmico de testosterona amplía las posibilidades terapéuticas y llena un vacío en un perfil concreto de mujer. Ha sido aprobado por las autoridades reguladoras europeas en junio de 2006 y se prevé su comercialización en nuestro país para septiembre de este año.
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